lunes, 20 de marzo de 2017

Día uno





     Antes que nada y después de tanto tiempo (unos cuantos meses) me propongo escribir de nuevo. En esta ocasión platicaré acerca de mi primer día de trabajo en la escuela donde actualmente laboro. Recuerdo que fue un lunes en el mañana, después de haber pasado todo el fin de semana pensando en cómo llegar a la escuela, llegué en el tiempo estimado.
     Antes ya había usado el google maps para tener una mejor referencia (google al rescate) y recuerdo que cuando llegué se encontraba el director en la puerta (en ese entonces no sabía que era él el director) y después de saludarlo le dije: - Yo soy el nuevo profesor. Él me miró (con cara de alivio, pues ya tenían los niños una semana sin docente) y me dijo: - Pase profe, su grupo lo espera arriba.
     Luego de algunas formalidades, subimos al segundo piso y allá pude ver a mis alumnos, los cuales con ojos de sorpresa me vieron y (tanto ellos como yo) nos dispusimos a hacer un viaje de doble sentido, tanto yo les enseñaría y también de ellos yo aprendiería.
     El nerviosismo se hizo evidente, pues ya tenía algunos años (desde el 2012) que no me encontraba frente a grupo, pero ello no fue impedimento para empezar de nuevo el trabajo. Hay otras cosas que sucedieron en los días subsecuentes, pero éstas seran parte de otras historias.

Aprovecho igual para compartir un artículo que me pareció importante: "La clave del éxito educativo en Finlandia es el respeto al profesor"

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